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5. Liderazgo Situacional en la Selva

Un día se congregaron en la selva todos los animales y acordaron un decreto de medir una ración de comida proporcional al tamaño del animal. Y el tiempo pasó.


Pocos días después llega la hormiga toda flaquita y desnutrida a quejarse ante la jueza lagarto, ésta llorando le pregunta: ¿A qué vienes?, de que su ración era insignificante para sus necesidades. Ella es chiquita pero consume muuuucha energía porque trabaja muy duro. Ella demostraba integridad pero se moria de hambre. Cumplir el decreto con integridad no le resultaba. ¿Qué hacía?


El sabio buho, después de atorarse pensando, logra ulular, “el criterio para medir las raciones estaba siendo cuestionado”. A esto pregunta gruñendo el calmo León:

que diga cada uno, cuál debe ser el criterio. La cantidad de calorias quemadas zumba la abeja con una vocecita tenua.

· Secundo la moción, pian, trinan, gorgojean y grasnean las aves,

· La previsión para el invierno debe darse toda ruge el oso, y lo acompaña el burro rebuznando.

· Secundo al Oso chilla la ardilla, y aprueba también croando la rana.

· Que se considere el volumen chilla el conejo y los ratones, pues la gramínea no pesa.

· Que sea de color rojo como la sangre himpara con cinismo el jaguar, mirando de reojo con hambre al venado que roncaba y temblaba de miedo.

· Que esté cerquita de aquí aullan lobos y el coyote que husmea al ratón. El balido de las ovejas y cabras llenas de pavor se escucha entre la multitud.

· Zzzecundo la moción sisea la serpiente exótica mirando al ratón, y éste chilla y se moja los pantalones.

· El nivel de tensión subia rápidamente entre los miembros de la asamblea. Los animales pequeños estaban por salir corriendo. De pronto irrumpe el Pájaro Carpintero (pájaro loco) antes que se descomponga la asamblea:


“Como son tantos criterios, todos legítimos según las necesidades de cada animal, y como queremos soluciones democráticas, propongo que: definamos indicadores correctos para cada criterio y los ponderemos según el censo de cada animal, esto nos dará el monto correcto de ración para cada animal. (Mientras hablaba el Pájaro Loco se escuchaba el parloteo y risitas de hiena entre el grupo burlándose: “que se calle, está loco de tanto rebotar su cabeza en los palos, ese no sabe nada”, y más. Y continúa el Pajaro Loco: “Hacer eso resulta en una distribución más equitativa de los alimentos. Luego podremos afinar los criterios e indicadores.”


Al final, todos se quedaron callados, perplejos, anonadados por la magistral intervención del Pájaro Loco, aunque muchos no entendieron nada y necesitaban una explicación detallada. El silencio era pesado.

· El Buho sabio salta de su rama ululando y toma la palabra, se justa sus gafas, ejem, ejem: “He estado haciendo un análisis y unos cálculos y veo que es cierto lo que propone el Pájaro Loco, y explica en detalle a todos chucheando por aquí y por allá, hasta que todos dijeron: “no tenemos nada que perder, probemos”.

La juez lagarto saca un enorme mazo y golpea fuerte una piedra llorando: "caso cerrado"


En esta experiencia los animales aprendieron que:

· La integridad demostrada por la hormiga fue esencial para velar por la bienandanza del grupo.

· Todos pueden ser líderes. El liderazgo burocrático, no siempre tiene las respuestas a los problemas. Se necesita del concurso de todos para máximizar el uso de las fortalezas de una población según la situación que se vive. En este caso el Pájaro Loco con su ingenio y creatividad supo comprender la situación.

· Las apariencias engañan. Una cosa es ser loco y otra es ser falto de inteligencia y creatividad.


Saludos

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© 2020 Alejandro Bolaños Davis
 

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