6. La Mocuana en la Sagrada Selva
- Alejandro Bolaños Davis
- 29 feb 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 7 mar 2020
La siguiente experiencia me la contó Chico Espinoza. Dijo que al visitar su pueblo le quedaba el último trecho a pie y optó por un atajo cruzando la montaña. Estaba por entrar al bosque oscuro y sintió una electricidad recorriendo su espinazo. Le recordó el día que lo dejaron en el colegio por vez primera sin conocer a nadie, abandonado, y cómo unos compañeros mas grandes que él se burlaban y lo empujaban. Aún se sentía resentido por esa experiencia.
Pensó en el miedo, y se dijo a sí mismo que no podía permitir que dominara en él un miedo-malo que lo paralizara. Una vecina ya lo había maldecido por el abuso según ella, a su mujer, y a otras que ella sabía había abusado. Esa maldición sí lo preocupaba pues la vecina era una bruja, una hechicera malvada, y esta montaña tenía sus cuentos de que salían el Cadejo, la Cegüa, la Mocuana y otras apariciones más.
Continuó Chico por el sendero. Sabía de sus abusos con la mujeres, sabía de su culpa. Debía cruzar buena parte del bosque, unos 15 km. El sendero continuamente lo cerraba la selva. La maleza crecía en la selva con rapidez. Toda su ropa, pantalón y camisa se empaparon desde la entrada, por el zacate y la maleza mojada que cubría el sendero.
Chico cruzaba la selva con un pequeño machete en la mano, trozando bejucos, y ramas en el camino. Caminaba con cuidado por temor a las serpientes. Este era un miedo-bueno se decía.De pronto divisa el río. Estaba crecido. El invierno había sido rebueno. No sabía cómo cruzar. No había balsa. Ya atardecía. Debía buscar dónde hacer una fogata y descansar. Tenia miedo de dormir. Sabía que andaban un par de jaguares sueltos. Ademas, la bruja lo había maldecido y tenía terror a los fantasmas.
Después de comer algo se acomodó contra una roca que se hundía en una pequeña cueva. Se escuchaba el sonido del río, de algunas ranas, de aves moviéndose en la ramas en lo alto de los árboles, una ardilla revoloteando hojas, un búho que se escuchaba pescando en el río, canto de grillos, o sea, lo normal en el bosque. Chico se durmió.
A eso de la una, Chico despierta inquieto. Observa que había cero viento y un silencio sepulcral. Sólo se escuchaba el sonido de fondo del agua del río. Sintió resequedad. De pronto, un movimiento fuerte de maleza, como de animal grande, eso lo sacudió por dentro y tembló. Chico muerto de miedo no sabe qué hacer. Si esconderse contra la piedra (el fuego ya se había apagado), o si salir machete en mano despacio a ver qué pasaba. Tengo miedo se dijo! Tengo miedo!
Chico se incorporó, decidió salir del hoyo donde estaba machete en mano a enfrentar y espantar lo que fuera. Salió y caminó frente a la fogata apagadaben silencio. Había luna llena. Eso le ayudó a ver con sus ojos y nasales muy abiertos, respiración agitada y manos heladas. Y se detuvo de pronto, creyó ver a una mujer joven pelo largo y vestida de blanco sentada en una piedra a la orilla del río, a unas 5 varas, cerquita. Sus piernas temblaron de debilidad.
Ella lo volteo a ver a los ojos, era un espanto, una vieja chintana, con ojos de fuego, horrorosa, era la Mocuana según él, y después de esto, Chico no recuerda más que cayó al suelo mareado y sintió que la Mocuana se le abalanzó encima. Recuerda que trató de moverse y no podía. Estaba totalmente inmóvil. Y se desmayó. Quedó dormido hasta la mañana siguiente. Estaba a la orilla del río, con parte del cuerpo dentro del agua, donde despertó todo mojado. Cómo llegó alli?
Se levantó hizo otro fuego, tomó té de unas hojas que encontró, y se quedó reflexionando sobre lo que le había pasado. No estaba loco. Tenía una memoria vívida de lo sucedido. Sabia que había sido La Mocuana. Tenía que haber una explicación racional. Sentí que me moría dijo Chico después.
Según el doctor Carl G. Jung, seguramente Chico se había enfrentado con su Sombra, su Ánima. Dice que todo hombre carga en su inconsciente una contraparte opuesta, una mujer interna, que se conoce como Ánima. La mujer también tienen una contraparte interna llamada Animús. La falta de interacción positiva de Chico con su Ánima creo un desbalance interno, y su culpa y miedo le generó una pesadilla en la que interactuó de alguna manera con su Ánima y fue influenciado por ésta.
Chico cambió después de esa experiencia. Su carácter fue más pausado, su actitud hacia los demás tranquila, y más hacia las mujeres. Fue más interactivo y seguro con las otras personas. Había perdido muchos miedos después de enfrentarse a sí mismo en su encuentro con La Mocuana.
Cómo pudiéramos trascender a los miedos que bloquean capacidad para responder? En la Sagrada Selva los animales tienen miedo pero el miedo no los define, ellos no creen el brujas, además, siempre demuestran el coraje por luchar y vivir.
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