La vida es cambio. El crecimiento personal es opcional, por ello es importante decidir con atención y consciencia-plena para fortalecerte como ser humano.

Una vez un hombre a caballo le preguntó a otro que cruzó veloz, también a caballo: "¿para dónde vas? El otro gritó desaforado, no sé, pregúntale al caballo". El pobre no sabía cabalgar. Igualmente, nuestras emociones las representa el caballo, a quien debemos entender y dominar para cabalgar con consciencia-plena. (pensamiento chino).

Dice Jon Kabat-Zinn que atención plena significa prestar atención de un modo concreto: voluntariamente, en el momento presente y sin prejuicios. Inamovible, inquebrantable, a pesar de la turbulencia mental y emocional, podemos vernos desde la perspectiva de un tercero. Así reflexionamos de un modo neutro, sin prejuicios ni estereotipos, sobre uno mismo.

Recordemos que el mundo es a como lo estamos percibiendo ahora, pero sí podemos cambiar nuestros pensamientos podemos cambiar a todo ese mundo.

Salgamos de la acción compulsiva en automático, respiremos bien y con serenidad enfoquemos el presente, el momento que vivimos, poniendo atención en aquí y ahora. Con paciencia y amor hacia ti mismo (tu niño o niña interno) mírate a conciencia para conocerte mejor.

Métete a tu zona de incomodidad para indagar y descubrir con atención plena lo que debes mejorar en tu cuerpo persona, y eliminar obstáculos mentales que impiden tu progreso.

Descubre tu arrogancia y cómo proyectas tu sombra sobre ti mismo y sobre otros. Ese engreimiento del ego minimiza tu capacidad de informarte de tus sentimientos y emociones y de generar confianza con otros.

Observa como eres diferente a tus emociones. Estas son las cosas que sentimos, pero no es lo que somos. No es lo mismo decir: soy una persona furibunda, que decir: mi cuerpo experimenta rabia o rechazo. Esta diferencia nos dice que sí podemos dominar nuestras emociones. 

Nuestros pensamientos y emociones son como el agua que corre sobre un río y nuestro yo-esencial es como el mismo cauce, el contenedor o la cuenca sobre la que corre el agua. Por ende, sí podemos percibir y sentir el cambio en nuestro interior. El agua del río unas veces va limpia y otras veces sucia con lodo (tóxica), como los pensamientos y emociones positivas o negativas.

Para cambiar comportamientos disfuncionales, una vez descubierto alguno, requerimos practicar repetidamente el nuevo comportamiento hasta hacer un nuevo hábito permanente – o sea, crear una nueva reconexión o ramificación neuronal en el cerebro.

Para practicar este nuevo comportamiento debemos mantenernos motivados por un período de tiempo hasta que la conducta deje de ser incómoda y sea natural, solo después de crear una nueva ruta neuronal. Esto puede durar entre tres meses a un año dependiendo del desafío y la disciplina de la persona.

Para mantenernos motivados (sin automático) es importante la meditación, la paciencia y empatía. Puedes conformar algún tipo de apoyo (padrino, grupo) que haya vivido estos procesos de cambio personal antes para escuchar, compartir tu experiencia y tener apoyo en momentos de debilidad.

Una vez tengas claridad plena, y te conectes con tu vocación, juntando corazón y mente, desprendiéndose de las cosas de las que te agarras y lo que odias, puedes diseñar pasos a dar, o acciones, planes, metas, estrategias, estructuras, para asegurar que tu compromiso se cumpla con disciplina, integridad y exigibilidad.

Con solo decidir no pasa nada. Debemos actuar y luego analizar el resultado para informarnos correctamente y aprender. La práctica hace al maestro.

Conócete y haz lo mejor con lo que tienes. Lo perfecto no existe. Solo déjate informar sobre tus sentimientos y emociones y decide con tu razón. Solo así podrás salir del comportamiento automático, compulsivo, al adquirir conciencia plena para decidir y cambiar.

Carpe diem

Comparte con tus amistades.